Me preguntaba si la sociedad esperará eternamente que los hechos sucedan, para poner en el escenario del debate los cambios necesarios que superen las malas políticas aplicadas y los penosos resultados que estas irresponsabilidades acarrea, o debemos repensar las formas de participar y solicitar “pre” y no “pro” sucesos lastimosos.
Porque si se juzgara y encontrara culpable a un gobernante debido a la falta de prevenciones -podríamos citar el caso Ibarra/Cromañon- también les cabría la misma pena a otros jefes de gobierno (incluido el distrito de Escobar) que a partir de este hecho pusieron en evidencia la falta de control correspondiente, cerrando lugares bailables y por las dudas todo lugar de donde emanaba música. O debemos esperar un hecho trágico similar para juzgar una ineficiencia expuesta al simple ojo humano.
Ahora, ¿alcanza con cuartar esta cadena de favores? Claro que no es suficiente.
Hace falta cambiarla por una cadena de responsabilidades para mejorar nuestro presente: funcionarios más idóneos, pero también necesitamos periodistas responsables que se comprometan en exponer la falta de prevención y ocuparse menos de vender “noticias basura” en los medios de comunicación; atado a esto necesitamos que los ciudadanos se interesen menos por comprar revistas cholulas y ver programas sensacionalistas, y se animen a recepcionar comunicadores que llamen a la reflexión, aportando a otra construcción de valores y prioridades en nuestra sociedad toda.
Otro eslabón no menos importantes son los educadores que -salvo contadas excepciones- se aferran a un programa de estudios retrógrado (a veces, culpando a los gobernantes del área) sin reflexionar sobre las grandes posibilidades que tienen de transmitir y practicar todas las riquezas que ofrece el sistema democrático.
Sin ánimo de ofender, podría mencionar más eslabones en esta cadena de responsabilidades, pero prefiero dejarlo como tarea para cuando salgamos a la calle y nos preguntemos si es verdad algo de todo esto que relato, y en que eslabón de esta cadena, estamos parados.