martes, 10 de junio de 2008

" NO DORMIR ESTA NOCHE, SI HAY UN NIÑO EN LA CALLE ” La Casa del Niño, un ejemplo de solidaridad.

Como docentes, Viviana Ardit y Silvia Landriel comenzaron visitando hogares con problemáticas familiares, donde el ojo miope del estado no da soluciones, hasta que decidieron dejar de ver y de escuchar lo que les pasaba a sus alumnos para comenzar a contrarrestar esta realidad. Luego de tantas idas y vueltas, lograron que el municipio les alquile un pequeño espacio donde hoy contienen con amor y comprensión a niños de seis a catorce años, que de otra manera, estarían predestinados a un futuro incierto por las calles de Escobar.
 Frente a un viejo paredón que grita a la cal: “La patria somos todos”, golpeamos a la puerta y nos recibe el digno corazón de Viviana, quien hoy preside la Casa del Niño: María de la Esperanza. Una foto de la madre Teresa de Calcuta y algunas estampitas, hacen las veces de anfitriones y protectores de los buenos consejos.

“Importan dos maneras de concevir el mundo: una salvarse solo, arrojar ciegamente a los otros de la balsa; y el otro es un destino de salvarse con todos, comprometer la vida hasta el último náufrago, no dormir esta noche si hay un niño en la calle.”

La fé, como principio.
Tanto Silvia como yo, somos personas de fé, y tiempo atrás,  escuché hablar del santuario de Schoenssel  donde existen las “casaas del niño”que funcionan desde hace veinte años y decidí llamar a la fundadora que habita en La Plata, y con su asesoramiento comenzó a conformarse  la idea..De allí que nos pareció bueno contar con un rinconcito de la casa para que los chicos fortalezcan su ser. Acá tenemos niños y madres de todas las religiones y también no creyentes, porque este no es el  objetivo primario, pero sí cumple como apoyo espiritual

 Un lugar muy particular.
Son todas madres solas o abuelas, a cargo de muchos niños. Hay familias de hasta doce chicos, otra con nueve; y una abuela con más de seis niños.Por ser numerosas contamos con pocas familias, entre las cuales contenemos cincuenta chicos. Las mamás asumen el compromiso de venir a colaborar un día en la semana con las tareas domésticas de este lugar.

“Cuando uno anda por los pueblos del país, o va en trenes por su geografía de silencios, la patria sale a mirar al mundo con los niños desnudos, preguntándo que fecha corresponde a su hambre, que historia les concierne, que lugar en el mapa. Uno a veces andando de madrugada encuentra, la interperie dormida con un niño en los brazos…”

De noches negras y educaciones blancas.
La concecuencia de esta conformación de familia, lleva a que los menores terminen trabajando o pidiendo en la calle. Las madres no pueden dejar tantos hijos solos en la casa. El año pasado solo la mitad iba a la escuela, pero este año ya acude un 80%.

“¿Dónde andarán los niños que venían conmigo ganándose la vida por los cuatro costados?… y ahora necesito saber cuáles sonríen; mi canción necesita saber si se han salvado, porque si no es inútil mi juventud de música, y ha de dolerme mucho la primavera este año.”

Deambulan hasta altas horas por las calles de Escobar y otros están en sus casas. Viven a la defensiva de la sociedad, porque conviven con ese rechazo.

“Cuando subo a la vida juntando la inocencia, mi niñez triturada por escasos centavos, por la cantidad mínima de pagar la estadía como un vagón de carga, y saber que a esta hora mi madre esta esperando;”

Los niños tienen derecho a una vivienda digna, alimentación…
Pero como se puede ver, esta casa carece del espacio para desarrolar más actividades que las actuales, ya que por sus problemáticas, los niños necesitan más salas para separarlos por edades y especificar sus atenciones y desarrollos personales. En una etapa posterior, pensamos poner en funcionamiento un hogar de tránsito, porque las situaciones que viven en su seno familiar, hace que en ocasiones, necesiten pernoctar o cuidar a los más chicos por un breve lapso. Tenemos cedido un terreno en el barrio COPROVI y edificando allí podríamos contar con mejores herramientas para el desarrollo de estos niños. Aunque en realidad hoy la prioridad uno son los comestibles.
En lo material, necesitamos urgente cercar el frente y techar para contar con más espacio. Útiles escolares, artículos para hacer bijouterie y fabricar artesanías en el tallercito que realiza la señora Mónica (una vecina de Villa Vallier). En lo profesional, esperamos que se acerquen psicopedagogos,  psicólogos, y trabajadores sociales, porque algunas situaciones son muy complejas y más que cariño y contención escolar no podemos aportarles.

  ¡HACER BENEFICENCIA ES DAR LO QUE NOS SOBRA, PERO SER SOLIDARIOS “ES DAR LO QUE NOS DUELE”!
 La gente es dura para donar, te da lo que le sobra, lo que no usa. Desde la gestión anterior, el municipio nos acerca la leche, abona la luz y el gas. Pero nadie nos aporta comida. Cocinamos lo que conseguimos: fideos, arroz, polenta… lo que podamos comprar. Por suerte, con lo que recaudamos en una feria de ropa que hemos puesto a funcionar aquí los días sábados, compramos algunos comestibles y le damos viáticos a las colaboradoras.
Hemos ido a golpear todas las puertas posibles. El año pasado firmamos un convenio que se llama “chicos en situación de riesgo”, donde nos proverían de veinte becas que tendríamos que haber recibido en abril de este año, y nunca se concretó.  Acá, en la Sociedad Cosmopolita y por internet hemos completado todos los formularios posibles. También participamos en las reuniones mensuales del Foro de Seguridad de Esobar, donde nos iban a conseguir un subsidio del Ministerio de Seguridad, orientado a sacar a los chicos de calle, pero llenamos millones de papeles y solo fueron promesas, porque nunca llegó nada. Pero bueno, algo positivo fue la ayuda de los chicos del Club Leo, que con lo recaudado en un partido de futbol a beneficio, guardamos dinero para pagar el costo de la mano de obra que acarrearemos en la construcción de la futura casa.

“Recuerdo que yo andaba con las primeras luces de mi sangre, vendiendo una oscura vergüenza, la historia, el tiempo: diarios;
Porque es cuando recuerdo también las presidencias, urgentes abogados, politiqueros… asco.”

Del sueño anhelado a la dura realidad..
 Con respecto al proyecto en general hemos establecido un vínculo de amor y de afecto con los chicos, que nos emociona y nos sorprende todos los días, porque para ellos, esto es una casa y hay amor. Ellos nos quieren y nosotros los queremos. Si fuera por ellos se quedarían todos los días.
 Nosotras sufrimos diariamente el dolor de ellos,  la inoperancia de los funcionarios y la indiferencia de la sociedad que les cuesta ver el dolor de estos chicos y no se dan cuenta que si nos unieramos muchas personas y tendiéramos una mano, estaríamos rescatando vidas humanas. Cada vida humana es muy importante. Y aún, siendo que la gente no quiere ver esto, porque les molesta, les da miedo a todos cuando deberían comprender que participando lograrían la sociedad que pretenden.

“Es honra de los hombres, proteger lo que crece, cuidar que no haya infancia dispersa por las calles, evitar que naufrague su corazón de barco, su increible aventura de pan y chocolate, transitar sus vandidos de países y tesoros, poniéndole una estrella en el sitio del hambre, de otro modo es inútil ensallar en la tierra la alegría y el canto.”

Se hace camino al andar.
 Ellos aprenden a través del amor, y pretendemos que sepan que hay gente que los quiere, que los protege y que sientan que esta casa es su casa. Todo lo demás viene por añadidura.

El otro día hablaba con una de las chicas que no se sentía muy cómoda aquí, y simplemente le explique porque Silvia y yo abrimos esta casa, “Queremos verlos felices, verlos crecer, que dejen de trabajar ahora, para contar con la posibilidad de estudiar y el día mañana cuando seamos viejitas, poder visitarlos en sus casas, construidas en sus terrenos y verlos rodeados de sus hijos, con mucho amor. Que sean felices… eso es lo que queremos”.

“Exactamente a esta hora hay un niño creciendo…  yo, yo lo veo apretando su corazón pequeño, mirándonos a todos con sus ojos de fábula; viene, sube hacia el hombre acumulando cosas, un relámpago trunco la cruza la mirada, porque nadie protege esa vida que crece, y el amor se ha perdido como un niño en la calle.”             

Fragmentos de la canción: “Exactamente a esta hora hay un niño en la calle.” (Armando Tejada Gómez / Angel Ritro) 

 Los niños levantan sus pequeñas manitos y no se van, porque mañana están volviendo.Aquí el mañana es igual al hoy, igual al ayer; y si queremos cambiarlo solo hay que pararse frente al viejo paredón pintado a la cal,    y golpear la puerta.  

miércoles, 4 de junio de 2008

Agustín Santella disertó sobre Tosco y el Cordobazo. UN EJEMPLO SINDICAL QUE SIGUE VIGENTE.

El testimonio de Agustín Tosco traído a recuerdo, transportó el espacio de la Asociación Alternativa a aquellos tiempos donde se hacia honor a la representación sindical. El documental “Grito de Piedra” sirvió de telón para que el joven sociólogo Agustín Santella, disertara sobre como los modelos políticos y sindicales de la época fueron desencadenantes para llegar al Cordobazo y poner fin al gobierno de Onganía.  Además relató momentos importantes de la historia del sindicalismo en nuestro país, los cuales llevaron a rememorar algunas experiencias entre el público presente,  En fin, la  noche fría del pasado sábado hizo lugar a un merecido homenaje del “gringo Tosco”, y en la sala quedó flotando ese calor que cobija la esperanza de que un futuro no muy lejano, la alternativa de cambio por la vía sindical todavía es posible.